OBRAS DE ARTE

Cada obra de arte es única e irrepetible y forma parte de nuestro patrimonio histórico-cultural. Es por ello que se da muchísima importancia a los tratamientos de conservación previos a los de restauración, que en ocasiones, cuando su destino es un museo, no son imprescindibles.

Siempre se hace un análisis o diagnosis de la pieza datando la obra desde el punto de vista histórico. En ocasiones es necesario realizar un estudio físico-químico de los materiales utilizados en la realización de la obra de arte: materiales del soporte, preparación, policromía con sus pigmentos y aglutinantes y barniza final.  La razón de estos análisis es la identificación de la naturaleza de los materiales para así saber qué tipo de sustancias se pueden usar para la realización de los tratamientos de conservación-restauración.

Una vez realizada la diagnosis científica previa y la ficha sobre el estado de conservación se plantean los tratamientos de conservación teniendo siempre como norma el total respeto a la obra de arte y su originalidad no usando materiales que no sean reversibles en el tiempo y discernibles de los originales, al menos con un análisis físico-químico.

A la hora de realizar los tratamientos hay que tener en cuenta los problemas más graves que tiene la pieza y seguir los tratamientos en función de éstos.

En las subcarpetas de pintura, escultura, dorado, cerámica,, cristal, metal y papel veremos el tratamiento según cada tipo de obras de arte.

 Antes de la restauración.                                                 Después de la restauración

Detalle de la restauración del retablo de Tórtoles de Esgueva.